Desde nuestra farmacia apostamos firmemente por la prevención. Hoy vamos a centrarnos en la prevención de riesgos cardiovasculares. Para ello contamos con una nueva herramienta que es la Edad Vascular.
Factores que influyen en la salud cardiovascular
Podemos separar estos factores en varios grupos:
- Los factores sobre los que no podemos actuar, por ejemplo la edad, el sexo y otras enfermedades.
- Los factores sobre los que si podemos actuar porque son hábitos modificables de nuestra vida diaria.
- Hacer algún tipo de ejercicio, adecuado a nuestra edad, ha demostrado ser una excelente ayuda para nuestra salud cardiovascular.
- Dejar el tabaco y el alcohol también son factores que mejoran el estado de nuestro corazón y sistema circulatorio.
- La importancia de comer de forma saludable. Podemos tomar todo tipo de alimentos siempre que las frutas, verduras y legumbres tengan un gran peso en nuestra dieta.
- Los niveles de colesterol y de presión arterial son determinantes para evaluar los posibles riesgos de sufrir una enfermedad cardiovascular.
- Los niveles de glucosa.
Conociendo nuestros niveles, podremos modificar nuestra forma de vida e intentar reducir los riesgos. Para saberlos, en la farmacia disponemos de servicios para poder controlarlos de manera fácil. El servicio de análisis clínicos, y el control de presión arterial.
Las enfermedades cardiovasculares son uno de los mayores factores de mortalidad. Por eso, los profesionales de la salud no paran de investigar y buscar nuevas formas de prevención. Durante los últimos años se ha visto que hay otro factor muy importante que, hasta ahora, era más complicado de medir: la rigidez arterial.
Qué es la rigidez arterial
Con el paso de los años, nuestros vasos sanguíneos van volviéndose cada vez más rígidos. Pero hay veces que la rigidez es mayor que la que correspondería por la edad, ya que influyen muchos factores.
Hasta el momento los parámetros que se ha constatado que influyen en la rigidez de las grandes arterias de nuestro cuerpo se han agrupado en:
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Propiedades fisiológicas: la edad, el género, los niveles hormonales, el peso, los factores genéticos y la presión arterial.
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Factores ambientales: el consumo de tabaco, la nutrición (sobre todo el consumo de pescado, ajo y sal), practicar ejercicio de forma habitual y la capacidad aeróbica.
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Enfermedades: la diabetes, la hipertensión, la cardiopatía isquémica, la hipercolesterolemia, lainsuficiencia renal y la enfermedades cerebrovasculares.
Como acabamos de ver, el segundo grupo son factores que podemos controlar. De ahí que conocer la rigidez de nuestras arterias, antes de que tengamos otros síntomas, nos permitirá actuar y prevenir posibles problemas futuros.
Hasta ahora era difícil conocer este dato de manera no invasiva, pero ya tenemos una herramienta para saberlo. La clave es analizar la velocidad de onda de pulso.
La velocidad de onda de pulso es un fenómeno fisiológico, observable y medible en el sistema arterial en la circulación sanguínea. Cuando el corazón bombea, expulsa con fuerza un volumen determinado de sangre. Esto provoca un cambio de presión que se propaga a través de las arterias de una forma distinta si estas son más o menos elásticas.
Son estos cambios en la presión, en el flujo de sangre y en la velocidad lo que, ahora, se puede monitorizar gracias a un instrumento parecido al manguito tradicional de medir la tensión arterial.
Servicio de Edad Vascular
Como la velocidad de onda de pulso nos indica la rigidez arterial, se ha creado un servicio para poder conocer la Edad Vascular. En este servicio se toman varios parámetros, no sólo la onda de pulso, también la presión arterial y el ritmo cardíaco. Con todas estas mediciones se puede evaluar si la edad de los vasos sanguíneos corresponde o no con la edad biológica. Así, podremos tomar conciencia de nuestro riesgo a desarrollar enfermedades cardiovasculares.
A quien va dirigido este servicio
A cualquier persona que esté interesada en conocer su salud cardiovascular. También personas fumadoras para comprobar cómo esta afectando este hábito a sus arterias. Y, por supuesto, a personas con problemas de hipertensión, diabetes, colesterol o enfermedades cardíacas o pulmonares.
Sin embargo, no está indicado para menores de 18 años ni embarazadas. Tampoco para personas con arritmia severa, bradicardia o portadores de dispositivos cardíacos.
Cómo funciona el servicio
Lo primero que se hace es repasar en qué consiste el servicio y los objetivos. Se rellena una breve ficha en el dispositivo preparado para este fin con los datos más importantes como el género, la edad, el peso y la altura. Igual que cuando se toma la tensión, es preciso estar lo más relajado posible para que los valores no salgan alterados. Hay que estar sentado cómodamente y con los dos pies bien apoyados en el suelo. Los brazos y la espalda también deben tener apoyo.
Mediante el manguito adecuado, se tomarán las mediciones y cuando estén completas, los resultados aparecerán en la pantalla. El programa elabora un informe que se comenta con el paciente y se le entrega. Este informe es claro, los resultados se resumen con un código de colores. Verde cuando los valores están bien. Amarillo cuando los resultados están dentro del intervalo de confianza, pero por encima de la media. Rojo cuando los valores son muy llamativos.
En el caso de que sean verdes, estaremos de enhorabuena. Nuestro sistema vascular está en buenas condiciones.
Si son amarillos, no hay que preocuparse. Es posible mejorar la rigidez vascular en sólo tres meses actuando sobre los factores ambientales que influyen en ella.
Cuando los resultados son rojos se elabora una Carta Informativa para el Médico. Así el paciente se lo puede entregar y él valorará si hay que realizar más pruebas. En este caso es muy importante cambiar los hábitos de vida para mejorar la rigidez arterial.
Lo que no hay que olvidar es que estos datos son indicadores, no un diagnóstico. Y también que es posible actuar para mejorarlos.
Como mejorar la rigidez arterial
Se ha demostrado, mediante estudios, que la rigidez arterial mejora con:
- la reducción de la ingesta de sal
- el aumento del consumo de pescado y ajo (según el artículo “Epidemiology of the arterial stiffness”, de K. Breithaupt-Grogler y G.G. Belz, el aceite de pescado retrasa el crecimiento de placas de ateroma, inhibiendo tanto los factores de crecimiento celular como la migración de monocitos. Y, en el mismo, se cita que un estudio epidemiológico en sujetos sanos no fumadores reveló que la ingesta crónica de polvo de ajo estandarizado redujo la rigidez aórtica en relación con la edad y a la presión arterial)
- la reducción de los triglicéridos y los LDL
- y el aumento de la actividad física.
Intentar mejorar estos puntos, aunque sea poco, supondrán un beneficio.
En resúmen, anímate a descubrir tu edad vascular para evitar posibles enfermedades vasculares y/o mejorarla.